El hábito de la reparación
- Noris Steenstrup
- Aug 21, 2020
- 4 min read
Estimad@ Lector@ Bienvenid@ una vez más a mi blog, gracias de antemano por seguir mis pensamientos en él, espero que te sean de utilidad en tu día a día. Es de mi especial interés generar no solo conciencia sino también una llamada seria a la acción, a diseñarnos de manera distinta como seres humanos y como sociedad.
Comencemos, es bien conocido que la base del capitalismo es el consumo constante, para generar el flujo comercial y esta práctica se ha convertido en un hábito constate en nuestra sociedad actual. En esta situación cabe recalcar que en especial con las nuevas generaciones han llevado a esta práctica a términos impensables, ya que no se trata solo de bienes materiales sino va a las relaciones y personas.
Este hecho llega a ser lamentable porque nos hemos vuelto una sociedad de un solo uso cargándonos todo lo que importa, nuestra humanidad y el medio ambiente. Requerimos hoy por hoy decirle adiós a la economía de usar y tirar, y dale cabida a él habito de la reparación, de la reconstrucción y regeneración.
Para lograr tal cometido debemos comprometernos no solo en nuestro consumo; es decir nuestro doloso habito de comprar una cosa, tirarla y volver a comprar, despilfarrar, sobre producir y sobre consumir, debido en parte a la obsolescencia programada y a la propia industria, escuche hace poco al Dr. Gabriel Real Ferrer jurista Alicantino; en donde el argumentaba que esta práctica por parte de las empresas donde incentiven esta praxis debemos exigir penarla penalmente.
Es por ello que las economías emergentes están siendo una opción más loable ante estos comportamientos de la economía lineal, que, aunque las economías emergentes aun no son perfectas podrían perfeccionarse a la par de la evolución misma del ser humano y sus necesidades actuales de sobre vivencia.
Está claro que existen muchas preguntas o que esto responde a intereses escalados a distintas cúpulas de poder, sin embargo, considero que está completamente en nuestras manos, sin embargo el movimiento empresarial a girado ante nuestros hábitos, ya sea mostrándonos nuevos o adaptando su oferta a los ya existentes.
Dejando en claro que el gran dilema es enseñar al comercio y la industria a bajar su nivel de tiempo en operación y exigencia, ya que hasta el tiempo se ah monetizado, luego entonces nuestro consumo va relacionado a nuestra manera de percibir nuestro desempeño ante el reloj.
Seguramente has escuchado la frase “time is money”, ¡ha generado también hábitos a facilitar todo! si en verdad todo para no perder tiempo, es por ello que están en peligro de extinción los zapateros, los carpinteros, etc.… empleos pequeños de reparadores porque a su vez no se actualizaron en la nueva tendencia y enfrente de ellos la solución simplemente ha sido cerrar.
Es probable que también que hayas escuchado, "No tengo tiempo" o “ No quiero perder el tiempo", basado también en toda la vorágine de sobreinformación, sobre contenido, sobredemanda de atención, sobreconsumo, así que podría resumir que en nuestra época actual y el empuje de las generaciones todas! debemos de favorecer el consumo de productos éticos y responsables.
Donde todos tengamos que aprender a parar, tomarnos un respiro para disfrutar más de la vida, de lo que realmente importa, donde no nos tenga que frenar una crisis sanitaria, económica o ambiental. Donde por convicción y coherencia humana le demos mayor valor al desarrollo de la toma del tiempo con conciencia.
Eduardo Irastorza, profesor de marketing en EAE Business School, lo visualiza lo anteriormente mencionado como una defensa ideológica y que el real reto es comenzar a hacerle frente a la obsolescencia programada para comenzar a poner orden en esos excesos empresariales para incentivar no solo el consumo sino el exceso de extracción de recursos para hacerle frente a tal fenómeno.
Está claro que el planeta requiere de ciudadanos protagonistas de un consumo solidario y acorde a los nuevos retos, con la conciencia social y ambiental más sólida, donde más que costumbre se vuelva un hábito reparar los bienes, darle valor a las cosas ya que cualquier objeto es susceptible de ser arreglado.
O mejor dicho la oportunidad que da el arreglo, le da un respiro a la naturaleza de hacer su regeneración evolutiva, tal como lo hace en un permanente por miles de millones de años. Así como reducir el ideal del mercado del lujo donde se incentiva el ego a toda costa.
Donde el uso de zapatos, motos, vehículos, perfumes, ropa de moda etc.… deje de ser relevante para la sociedad, de nuevo te puede resultar una idea utópica, así como debatible, sin embargo considero ¿Que estamos ante el umbral de la toma de decisiones? ¿Como queremos sobrevivir? ¿Como queremos construir nuestra sociedad para que continúe mejor y más sostenible?
Al generar contenido de solo “Usar y Tirar” le da valor a lo que eres, ¿Acaso te da sentido a ti?, en una sociedad de apariencias? una sociedad con falencias? donde sale más barato seguir consumiendo a que reparar, ya que la mano de obra resulta sobre valuada por algunos.
De acuerdo con los expertos la cuestión comienza en la producción y la labor del productor/empresario de incentivar todo el proceso con buenas prácticas e innovación para lograr un efecto mejor tanto para el consumidor como el planeta. Todo es cuestión de compromiso, ciencia, educación y responsabilidad.
Así que aquí queda la reflexión con respecto al tema y el reto para los empresarios emergentes de realmente generar una propuesta de valor con mayor protagonismo.
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